viernes, 26 de septiembre de 2003

TARIFAS POSTALES - Septiembre 2003





Referencia:
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 37.784,
del 26 de septiembre del 2003.

Ver tarifas anteriores en:
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 5.467 Extraordinario,
del 23 de mayo del 2000.

Gaceta Oficial de la República de Venezuela, número 36.692,
del 3 de mayo de 1999.

domingo, 26 de enero de 2003

¿Cómo despegar las estampillas de correos?

¿Cómo despegar…?
Copyright © Jesús Moret y Ferrer

Los límites de nuestra actividad, en el universo filatélico

Según avanzamos en el ejercicio de la filatelia, la realización de dicha actividad, depende en gran parte de objetivos personales; es por ello, que a la pregunta “¿Cómo despegar…?”, se anteponen otras consideraciones. Tan es así, que resulta oportuno cuestionarnos, siempre, en cada caso: “¿me conviene despegar estas estampillas?”. Consecuentemente, estaríamos haciendo una primera clasificación (FDC, matasellos conmemorativos y/o especiales, temáticas, cartas viajeras, curiosidades, variedades, errores, falsos postales, etcétera).
En tal sentido, me atrevo a señalar que: a partir de los límites que pongamos a nuestra colección (países, regiones, temas, tópicos, etcétera); la selección de nuestros corresponsales y condiciones de intercambio; las características del mismo en cuanto a cantidad y cualidad del contenido, frecuencia de los envíos, plazos de respuesta y, en general, todo determinante de la “realidad-operativa” del servicio mutuo entre corresponsales, establece, en sí, “una pre-clasificación”.
En lo personal, desde 1974, he tratado de mantener un régimen de intercambio postal, a una rata promedio de recepción de 7 cartas por semana; parámetro relativamente difícil de controlar pero que, ajustado a mi capacidad real de respuesta, me ha permitido un alto porcentaje de cumplimiento.
Así pues, porque “tenemos” límites (tiempo, dinero, familia,…), “ponemos” límites. …límites verdaderamente territoriales (Venezuela, España, Suiza, Estados Unidos), límites según nuestras “simpatías” (barcos, navegación y afines, monumentos naturales), límites específicos (ciervos), límites cronológicos (segundo centenario, siglo xx), presupuestos (para asociaciones, adquisiciones, traslados,…), horarios de trabajo (para reuniones, estudio, intercambio, correspondencia, diligencias, etcétera), materiales y equipos (para la clasificación, mantenimiento y presentación de nuestra colección), estrategias (para preservar nuestros niveles de inventario y potencial de intercambio) … límites a nuestros estudios e investigaciones … serán los límites de nuestra actividad, en el universo filatélico.

¿Cómo despegar las estampillas de correos?

Utilizando unas tijeras, recortaremos el papel (sobre o especie postal) dejando un margen – unos 5 a 10 milímetros – alrededor de las estampillas.
Clasificando y almacenando los diferentes ejemplares (según sea su destino), iremos conformando lotes de estampillas a despegar. Personalmente, prefiero trabajar con cantidades comprendidas entre las 50 y 100 unidades. En oportunidades, he guardado lotes de cientos de estampillas para períodos vacacionales; sin embargo, dos o tres días de actividad filatélica continua, pueden ocasionar diferentes trastornos de salud. Dedicarle una hora diaria a la filatelia (o a cualquier otra afición) resulta antiestrés; una jornada completa, puede resultar tan agotadora como cualquier otra actividad laboral.
         En un recipiente (acostumbro a tomar prestada, de la cocina, una olla pequeña o mediana), con agua hasta la mitad, se sumergen los ejemplares (los voy empujando, uno tras otro, con los dedos… ¡resulta entretenido!, ¡cómo un juego de niños!). Algunos autores hablan de agua tibia* (como vivo en el trópico, no tomo eso en cuenta; y el agua “va, tal como viene”). Bueno, los dejamos allí… que ellos se despegarán solos (es cuestión de 30 a 60 minutos; mientras hacemos otra cosa).
         Algunas estampillas, flotarán entre los trozos de sobre; otras, estarán en el fondo. Iremos apartando los trozos de sobre (ahora desperdicios) y tomaremos las estampillas, cuidadosamente, con los dedos (ya que, por estar mojadas, son frágiles cual servilletas de papel; y las pinzas, demasiado duras y delgadas, podrían desgarrarles).
Puede ocurrir, que no todas las estampillas se hayan desprendido o que, algunas, estén ligeramente adheridas al fondo y/o a las paredes internas del recipiente. Con suerte, bastará con remover el agua con la mano… o, sosteniéndolas entre los dedos, aplicar “muy suavemente” cierta presión transversal; pero, de presentársenos la más mínima resistencia, les introduciremos nuevamente al agua. De hacer así, luego, deberemos ser “más cuidadosos” (en general, prolongar el remojo hace más frágiles a las estampillas; en especial, si están hechas de papel muy delgado).
Tomaremos las estampillas sueltas y si sentimos residuos de goma en su envés, sumergiéndoles otra vez, les frotaremos con la mayor delicadeza posible (el roce excesivo podría ocasionar desgarre, ruptura, adelgazamiento y perdida absoluta del ejemplar).
Colocaremos las estampillas, distanciadas unas de otras, entre hojas de papel “absorbente” (muchos filatelistas usan papel de periódico). Particularmente, le temo a la pelusa que sueltan algunos tipos de papel y, sobretodo, a las tintas… desde 1978, dispongo de 12 hojas “maravillosas” de papel secante (del que usan quienes escriben con plumilla). En 24 horas, las estampillas estarán secas y podrán ser trasladadas a un clasificador.
         Jesús Moret y Ferrer (26 de enero del 2003)

* Es conveniente procesar por separado, los sellos:
-         Pegados en sobres con líneas rojas y azules (u homólogos).
-         Pegados en sobres de papel pardo o pardo-naranja.
-         Obliterados recargadamente (con exceso de tinta).

domingo, 12 de enero de 2003

Estampillas de Venezuela - 2002

 10-May-02        160 Años de la Señalización Marítima en Venezuela.

29-Oct-02 Incorporación Simbólica de Guacaipuro en el Panteón Nacional.